Un viaje a través de la D.O. Manchuela
Ester Cifre
Desde nuestra costa valenciana, nos adentramos hacia territorio de Castilla la Mancha. Entre Cuenca y Albacete, se enmarca la Denominación de Origen Manchuela, que precisamente toma el nombre de la singular comarca de La Manchuela donde echan raíces unas preciosas viñas que son el origen de unos vinos de alta calidad. Un territorio con una historia vitivinícola de más de 2 500 años que ha tenido como resultado una pasión irrefrenable por un producto que se ha convertido en el centro de la vida de los habitantes de esta región.
Geografía de la D.O. Manchuela
La comarca de La Manchuela se ubica entre dos provincias de Castilla la Mancha. Cuenca y Albacete unen unos 70 términos municipales para formar una comarca única para el cultivo de la vid que se enmarca entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel. Las más de treinta bodegas que forman parte de este sello de calidad aúnan una extensión de 72 000 hectáreas de cultivo en las que una gran cantidad de viticultores plantan y cuidan unas viñas que son el origen de unos exquisitos vinos.
Esta comarca tiene unas ventajas climatológicas que ayudan a la viña a crecer fuerte y sana logrando así un sabor único en el vino que se elabora a partir de ella. El choque entre el clima continental y el clima mediterráneo genera unas características ideales para el cultivo de la vid como largas horas al sol, escasez de humedad y un viento solano que ayuda a refrescar a la uva en las noches calurosas de verano. La influencia de este viento, además, genera una situación especial para el cultivo de variedades tintas puesto que favorece la formación de polifenoles.
La historia de la D.O. Manchuela
El cuidado de la vid, de la tierra y de la elaboración del vino es una tradición que se ha transmitido generación tras generación entre los habitantes de la Manchuela. La primera plantación de viña se remonta al pueblo Íbero, quienes fueron sucedidos por los pueblos que vivían en esta región hasta la llegada de los musulmanes que consiguieron generar una riquísima época para el vino de la Manchuela. Tras ello, hombres y mujeres han trabajado la tierra y cultivado la viña hasta llegar al año 1997 donde estos mismos viticultores unieron sus fuerzas e ilusión por su producto creando la Asociación Pro-Vinos Denominación de Origen Manchuela. Tal y como explica la propia D.O. Manchuela el fin era regular, defender, promocionar y comercializar el vino de lo que pretendían que fuese la futura denominación.
Unos años más tarde, en el 2000, la D.O. Manchuela pasa a ser reconocida de manera oficial por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de España y comienza su labor de proyección de los vinos de la Manchuela en mercados nacionales e internacionales. «Apostar por la calidad y la imagen de la Denominación de Origen Manchuela es una baza segura que ya está dando sus frutos», D.O. Manchuela. Dos décadas más tarde, esta Denominación de Origen es un referente en cuanto a producción de vinos tanto en el entorno nacional como en el internacional.
Variedades de uva de la D.O. Manchuela
En la Manchuela no hay variedad más especial que la variedad autóctona de uva bobal. Es un tipo de uva de color azul oscuro, tamaño mediano, con grano esférico y grosor medio-grande. La bobal da origen a un vino tinto de intenso color cereza oscuro, con ribete granate-violáceo, de buena carga tánica y moderada acidez. Además, esta variedad permite producir desde un vino rosado, de sabor afrutado y fresco, hasta vinos crianza y reserva elaborados a partir de las uvas extraídas de los viñedos más viejos.
Otra variedad muy característica de la región es la uva macabeo. Su baya es de color amarillo dorado, con un tamaño mediano y con pulpa blanca. Es ideal para la elaboración de vinos blancos pálidos y afrutados, frescos, de buena acidez y con aromas finos y elegantes.
Pero, además de esas dos insignias de la marca, la D.O. Manchuela autoriza el cultivo de otras variedades de uva. Dentro de la uva tinta autoriza la producción de cabernet franc, cabernet sauvignon, frasco, garnacha, garnacha tintorera, graciano, malbec, mazuelo, merlot, monastrell, moravia agria y dulce, petit verdot, pinot noir, rojal, syrah, tempranillo y touriga nacional. Y enmarcada en la variedad de uva blanca autoriza variedades como albillo, chardonnay, macabeo, moscatel de grano menudo, pardillo, sauvignon blanc, verdejo, viognier, garnacha blanca, moscatel de Alejandría y tardana.
Vinos de Influencia de la D.O. Manchuela
La tradición por el vino, la influencia de diferentes condiciones climáticas, de las diversas culturas que han trabajado la tierra de la región y el buen hacer de sus viticultores ha generado una producción de vinos exquisitos y con un gran reconocimiento a nivel internacional.
Su vino de influencia es una realidad donde ahora existe una sinergia perfecta entre tradición y nuevas tecnologías en la producción del vino. Todo ello, manteniendo el carácter ecológico de sus viñas, hace que los vinos de la D.O. Manchuela tenga una identidad especial y una calidad totalmente excepcional.