Qué vino elegir según tu estado de ánimo

El vino es una bebida emocional (no se hace un consumo racional), porque no la utilizamos para sobrevivir y cubrir así una de nuestras necesidades básicas, como el agua. Por el contrario, el consumo de vino, implica toda una serie de vinculaciones emocionales que son indisociables del propio producto. Una de las razones, es que tiene unos aromas, colores y sabores, que conectan directamente con nuestros sentidos, mediante los que genera una serie de emociones en nosotros.

Tomar una copa de vino nos produce muchas sensaciones, entre las que podemos destacar el aroma, capaz de evocar tanto recuerdos, como emociones asociadas a esos recuerdos. Nuestro olfato es mucho más sensible que el resto de sentidos, y puede detectar millones de aromas diferentes, que llegan directos a nuestro cerebro más primitivo. 

Desde sus orígenes el vino se ha asociado con el placer, la alegría y la celebración. Una herencia cultural que ha ido aumentando hasta nuestros días. 

Emociones detrás del consumo

Según un estudio de la Interprofesional del Vino de España (OIVE) sobre los elementos motivacionales del consumo de vino en España, del que se extrae que el 93% de los consumidores de vino en España prefieren tomarlo en compañía y compartirlo con amigos, familia o en pareja”, existen 8 razones que nos motivan a consumirlo. Y te adelantamos que todas ellas tienen relación con el estado emocional:

  • Para sentiros vivos, romper con la rutina y alegrarnos el ánimo. 
  • Para sentirnos bien con nuestras dotes de gran anfitrión. 
  • Por mimo hedonista, para darnos un capricho y sentirnos más cuidados y relajados.
  • Por un disfrute consciente y sin culpa, en espacios más adultos donde se cuida lo que se bebe, teniendo en cuenta que acompañe y maride bien con el contexto. (Justificación del disfrute).
  • Para vivir experiencias a través del disfrute mediante los sentidos, haciendo más especial el momento y permitiéndonos degustar al máximo la experiencia.
  • Para socializar. Momentos de afecto y compartir para sentir que formamos parte de un grupo para el que somos alguien importante. Por ser parte de la manada. 
  • Para (DES)conectar. Desconexión de la rutina y conexión con los círculos más íntimos (pareja, viejas, amistades en largas conversaciones) que nos llenan de felicidad e ilusión.
  • Como recompensa cotidiana. Se busca romper con lo de siempre y recompensar nuestro esfuerzo, autoestima, y buen ánimo con una bebida de calidad, que nos permita elevar el momento y encontrar equilibrio en nuestras vidas.

Así que, podemos decir que el vino es una de las bebidas más emocionales que tenemos a nuestro alcance. Por eso, es lógico pensar que hay determinamos vinos más apropiados que otros en cuanto a estados de ánimos se refiere.

Qué vino elegir según tu estado de ánimo

  • Vino tinto: amor y la pasión

El vino tinto es la bebida por excelencia del romance. Su color rojo intenso y su sabor afrutado lo convierten en todo un símbolo de pasión y deseo. Y mucho ha contribuido el cine a esto, creando toda una simbología a su alrededor para denotar intimidad, romance, pasión, deseo, atracción… ¡y un largo etcétera!

Así que, si estás buscando un vino que vaya acorde con cualquiera de estas emociones o para disfrutar con tu pareja, un buen vino tinto es siempre una buena opción.

  • Vino blanco: alegría, felicidad y… ¡pensamientos!

El vino blanco es una bebida refrescante y ligera que se asocia con la alegría y la felicidad. Su sabor afrutado y cítrico lo convierte en el complemento perfecto para una comida festiva o una reunión con amigos, siendo ideal para todos esos momentos de ocio distendido.

Pero también es perfecto para esos días en los que la cabeza no para de dar vueltas y vamos en busca de sensaciones reconfortantes. En este caso un vino blanco con madera como un chardonnay puede ser una opción ideal.

  • Vino rosado: relajación y la calma

El vino rosado es una bebida equilibrada y suave que se asocia con un consumo más calmado y relajado. Elígelo en aquellos momentos que necesites un momento de desconexión y tranquilidad. Te sentirás reconfortado. 

  • Vino natural y ecológico: aventura y diversión

Y si estás harto de la monotonía y en busca de nuevas sensaciones, lo mejor es optar por un buen vino natural y disfrutar con su seductora expresividad.

En la DO Manchuela, contamos con unos vinos ecológicos excelentes que debes probar.

¿Cómo te sientes? ¿Cuál eliges hoy?

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