Vino de influencia
En este espacio privilegiado del sureste español, diversas civilizaciones han marcado la personalidad del lugar con acontecimientos y vivencias donde la cultura del vino ha creado un preciado patrimonio desde hace más de 2.400 años.
Este valioso activo se ha transmitido de generación en generación, creando un arraigo ancestral en una tierra que influye directamente en un excelso vino.
Desde la tradicional cueva doméstica o jaraiz, primitivo lagar, hasta hoy ha habido una sutil simbiosis entre la tradición y la tecnología.
Nuestro vino de influencia se elabora con avanzadas técnicas de elaboración y control de calidad, sin perder la esencia del saber hacer de una tradición milenaria.
La comarca de La Manchuela fue un territorio poblado por pueblos íberos. Fue con la conquista de Roma cuando la comarca desarrolla un gran crecimiento.
Buen testigo de ello es que en casi todos sus pueblos podemos encontrar restos de esta época, como por ejemplo las termas en Fuentealbilla (Albacete).
Aunque el mayor centro romano de La Manchuela lo encontramos en Alarcón (Valeria).
Con la llegada de los musulmanes, la comarca de la Manchuela alcanza su máximo esplendor cultural con puntos tan importantes como Alcalá del Júcar o Jorquera, entre otros.
Como vemos, son muchas las raíces de esta antigua comarca que ha sido a lo largo de los siglos hábitat de diferentes pueblos y testigo privilegiado de luchas, conquistas y reconquistas.
Todos estos acontecimientos han creado un carácter y una cultura diferenciadora, expresada en los diferentes restos y monumentos ubicados en las tierras y pueblos de la comarca.
En definitiva, una tierra de enorme riqueza paisajística y monumental, con pueblos que en gran medida se corresponden con una fisonomía típica de Castilla-La Mancha, con conjuntos de casas agrupadas en torno a la plaza y a la iglesia del pueblo.