5 enólogos españoles de renombre en el mundo del vino
Una de las figuras más importantes del mundo del vino es el enólogo. Este hombre o mujer tiene una misión importante, no solo como figura de autoridad para decidir la calidad de un determinado vino como los de la Denominación de Origen Manchuela, sino también para establecer aquellas normas que se seguirán en la comunidad vinícola.
La raíz etimológica de la palabra enología proviene del griego “oinos” (equivalente a “vino”) y “logos” (equivalente a “conocimiento”). La unión de ambos vocablos, origina el término con el que se designa la actividad especializada, definida como “la ciencia que trata todo lo relativo a los vinos y a los mostos de uva”, y como el “conjunto de conocimientos y técnicas relativos a los procesos de elaboración y crianza de vinos.”
Hoy queremos hablarte de cinco nombres propios que han marcado la cultura española del vino, llevándola por todo el mundo y ayudando a que se conozcan en todos los continentes. Estos son cinco enólogos españoles de renombre, recogidos en las páginas de la revista directoalpaladar:
5 enólogos españoles que han marcado el mundo del vino
- Mariano García. El nombre de este enólogo está asociado a una de las bodegas más representativas del territorio español: Vega Sicilia, en Valladolid (Castilla y León). García fue el enólogo de la bodega de Valbuena de Duero durante 30 años, de 1968 a 1998, puesto en el que sucedió a su padre y su abuelo, pero no tardó en comprar un terreno a su amigo para llevar a cabo su propio proyecto vitivinícola. Desde entonces lleva más de veinte años dedicado al cuidado de la cultura del vino en todo el país.
- Álvaro Palacios. La pasión por la enología llevó a este joven riojano a estudiar esta disciplina en la Universidad de Burgos, donde entró en contacto con la familia Moueix, que tenía bodegas en Borgoña. Su vida cambió a partir de entonces y se dedicó a la exportación de vinos como el Grandes Crus por toda Europa, hasta que consiguió unos viñedos en el Priorat y en el Bierzo. Para él lo más importante del vino es su localización geográfica, que le confiere una “identidad” única reconocible en el mercado.
- Rafael Palacios. El hermano de Álvaro, el menor de nueve hermanos, tardó un poco más en llegar al mundo del vino. Su primera incursión fue en Valdeorras, donde reivindicó y puso en el mapa una de las uvas más de moda hoy en día: la godello gallega. Después de formarse en Francia llegó a Australia, donde descubrió un nuevo método para la elaboración de vinos blancos que le apasionó y no tardó en aplicar a sus propios viñedos. Lo fundamental del vino, para él, es buscar el equilibrio entre el respeto a la tradición y la apuesta por una mente abierta a la innovación.
- Benjamín Romeo. Otro riojano que ha contribuido a difundir los vinos españoles por el mundo es Benjamín Romeo, que nació en una tierra bañada de viñas y se interesó desde niño por la riqueza de la viticultura. A la edad de 21 años, después de estudiar en la madrileña Escuela de la Vid y en la Casa del Vino de Laguardia, empezó a trabajar en las bodegas Artadi. Allí empezó a hacer microvinificaciones en unas viñas familiares, situadas en las cuevas del castillo de su pueblo. La calidad y el esfuerzo de su trabajo se han visto representados en los premios porque, en 2004 y 2005, su vino Contador recibió los 100 puntos Parker de la revista The Wine Advocate, dirigida por el prestigioso enólogo Robert M. Parker.
- María Alfonso. Cerramos esta lista con una enóloga zamorana que ha dado mucho que hablar en los últimos años. María estudió ingeniería industrial en Vigo, pero lo que realmente le apasionaba era convertirse en enóloga, profesión que desempeña en su pueblo natal. Amparada en una producción ecológica y biodiversa, comenzó a elaborar su vino L’Amphore en ánforas de barro en la bodega Finca Volvoreta, y desde entonces ha conseguido varios galardones como el Premio Revelación en el Club Vignerons. Su filosofía pretende conseguir un producto sano, sostenible y que contribuya al bienestar de todos los consumidores.
Estos cinco nombres se caracterizan por la pasión y el esfuerzo que han puesto en su trabajo para convertirse en auténticos expertos del mundo del vino. La característica que tienen en común es que todos ellos cuentan con bodegas y viñedos que han cultivado con sus propias manos, conociendo las particularidades de cada terreno para investigar la auténtica naturaleza de cada vino.